Todos los costarricenses hemos sufrido de alguna u otra forma el aumento del costo de la vida. En muchas ocasiones, los alimentos, el costo del transporte público, de los servicios públicos como electricidad y agua, encarecen significativamente su precio, y la justificación de quienes toman esas decisiones, casi siempre es el aumento de los combustibles.
Esto aparenta ser lógico cuando la generación depende en alto grado de los combustibles; lo que no tiene una explicación razonable es que, cuando el precio del dólar sube, los combustibles también suben y cuando el precio del dólar baja, los combustibles no descienden, sino que, en muchas ocasiones, suben sin explicación técnica que sustente. Peor aún, el precio internacional del petróleo no sufre cambios, pero la gasolina que consumimos las y los costarricenses va para arriba y, cuando viene una rebaja, esta resulta risible, y no significa alivio alguno para los consumidores.
Este fenómeno tiene una raíz profunda, que las Fracciones del Movimiento Libertario 1998 – 2002, 2002 – 2006 y la nuestra, han venido denunciando, el nocivo monopolio de RECOPE. En las anteriores legislaturas se presentaron proyectos de ley hoy archivados. En esta oportunidad, por medio de la iniciativa de nuestro compañero Diputado Danilo Cubero, hemos puesto sobre la mesa una solución viable y práctica al incremento del precio de los combustibles, por medio del proyecto de ley 18598, Apertura del Monopolio Estatal de la Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE).
El objetivo de este proyecto es que, bajo el principio de libre competencia, los sujetos de derecho público o derecho privado puedan realizar la actividad comercial de refinación, importación, transportación y distribución al mayoreo, del petróleo crudo y sus derivados, comprendidos en combustibles, asfaltos y naftas. Asimismo, esto aplicaría a los combustibles y sus derivados, desarrollados con fuentes alternativas al petróleo, con el objetivo de satisfacer las necesidades a nivel nacional. No sería entonces una actividad comercial exclusiva en favor del Estado costarricense.
Además de las consecuencias descritas en el precio de los combustibles por tener este monopolio, los medios de comunicación han sido insistentes en el costo que significa para los costarricenses, mantener esta institución. Los salarios más caros y convenciones colectivas abusivas, hacen caer en desigualdad a los empleados públicos de otras instituciones que no gozan de privilegios. Por demás, las quejas constantes de la cuestionada calidad de los combustibles que nos llegan, son algunos de los muchos inconvenientes que presenta mantener este sistema.
Todas las Fracciones Libertarias anteriores y la nuestra, han enfatizado en los grandes inconvenientes que tienen los monopolios tanto públicos como privados. Con sólo analizar la historia de los mismos, podemos llegar a la conclusión de que hemos tenido razón en nuestras advertencias. Ejemplo de ésto es el retraso que tuvimos con el monopolio de las telecomunicaciones antes de la apertura, pero después de esta, no sólo empezamos a contar con la opción de más operadores para escoger, sino que el mismo ICE se actualizó significativamente con las últimas tecnologías para mejorar su servicio a los usuarios. De igual manera sucedió con el Instituto Nacional de Seguros, cuya cobertura mejoró a partir de encontrarse en competencia con otras aseguradoras.
Sigamos este mismo camino en lo que se refiere al monopolio de RECOPE, estudiemos mejor el dudoso negocio con la nueva refinadora de China, y aprobemos lo antes posible el proyecto 18598. Recordemos que toda nuestra producción económica, todavía es muy dependiente de los combustibles, y de no tomar medidas pronto, la perjudicada principal será nuestra economía.
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