jueves, 23 de agosto de 2012

Referendum para rescatar a la CCSS

Los grandes movimientos sociales son los únicos que han generado cambios de trascendencia, cuando el poder político pone oídos sordos al clamor popular.
La toma de la Bastilla por las bases populares francesas, que acabó con la monarquía de los Luises, sentó las bases de la Francia contemporánea.
La misma revolución rusa de inicios del siglo 20, que destronó a la dinastía de los zares,  produjo uno de los más grandes movimientos de cambio social en la historia.
Estos dos ejemplos que he citado, fueron cruentos y violentos, dejaron muerte y gran convulsión a su alrededor.
Sin embargo,  la historia nos dice que solo a través de la presión popular es como se producen las transformaciones sociales y políticas.
Pero la protesta pacífica y bien llevada da sus frutos también, ejemplo reciente, lo vivimos con las justas demandas de los agricultores y finqueros, que culminaron con la aprobación en primer debate, el lunes 20 de agosto, del proyecto de ley para reducir el impuesto de bienes inmuebles al agro.
Por ello, no es de extrañar, que el proceso ciudadano de recolección de 150 mil firmas, para convocar a un referéndum, a fin de despolitizar la Junta Directiva de la Caja del Seguro Social, y abolir la figura de la Presidencia Ejecutiva, para trocarla por una Gerencia General con criterios  técnicos, pueda ser un proceso exitoso.
No ha sido posible que los gobiernos de turno, atiendan las demandas de todos los costarricenses, que claman por un cambio, en el modelo de gestión de los servicios de salud de nuestra máxima institución de seguridad social.
Bajo el manto de una cacareada autonomía constitucional, se viene protegiendo un sistema ineficiente, caduco, burocratizado, poco retributivo y en extremo politizado, botín de plazas asignadas con criterios partidistas, dentro del esquema de la seguridad social costarricense.
La democracia de las calles, de los grupos de presión, a veces es necesaria cuando las altas jerarquías  institucionales se resisten al cambio necesario, y no quieren comprender, que todo sistema, llámese político, llámese económico, o de índole sanitario asistencial, tiene un inicio, pero también tiene procesos de revisión habitual, que promueven cambios urgentes y necesarios.
Si las autoridades del gobierno y sector salud, no establecen cambios en el rumbo de la Caja, casi invariablemente se verán obligadas, vía referéndum, a respetar la voluntad popular expresada en las urnas.
Cuando en los inicios de los años setenta, se creó la Ley de Presidencias Ejecutivas, el espíritu de la misma fue establecer mayor coordinación entre el Poder Ejecutivo y las instituciones autónomas. Con los años, el poder central fue metiendo sus tentáculos cada día con mayor fuerza, y hoy, dichas instituciones son casi ministerios, con dependencia directa del Ejecutivo.
La política partidista se ha entronizado de manera irreversible, y para aspirar a posiciones de mandos medios y superiores, solo puede hacerse a través de las estructuras partidarias del gobierno central.
La misma Caja del Seguro, revela un triste panorama de rencillas y persecuciones internas, desde funcionarios de alto rango, hasta miles de funcionarios de menor nivel, envueltos en procesos administrativos de tipo disciplinario, con el único fin de ser despedidos sin responsabilidad patronal. En resumen, son despidos camuflados bajo el viso de legalidad de procedimiento, Tengo el presentimiento que la convocatoria a ese referéndum se va a dar, pues es tarea posible la recolección de las firmas, dado el alto descontento ciudadano con la atención sanitaria existente, su obsoleto esquema de prestación de servicios médicos, los cuestionados manejos financieros de las reservas de los fondos de pensiones que salen constantemente a la luz pública.
Veremos que sorpresa nos depara esta futura y pacífica movilización ciudadana en materia de seguridad social.


  

lunes, 13 de agosto de 2012

El Movimiento Libertario continúa hacia adelante

Catorce meses de investigación legislativa, y 3 años en el Ministerio Público, con detenciones y grilletes incluidos, son parte del via crucis político, que el Partido Movimiento Libertario ha sobrellevado con gran estoicismo,  paciencia, y extrema tolerancia.
Miembros del Comité Ejecutivo, el ex candidato presidencial y algunos diputados de su fracción parlamentaria, han sido objeto del escarnio sistemático por parte de otras fuerzas políticas, y de un influyente sector de la prensa.
Desde “capos” hasta “desordenados mentales”, desde “legitimadores de capitales” hasta “camarilla delictiva”; ¿Quién pagará tanta infamia y tanta bajeza contra un grupo político, cuyo gran pecado ha sido soñar con una Costa Rica superior?
No comprendo aún, como nuestros detractores a lo largo de estos años, pueden conciliar el sueño y dormir tranquilos, habiendo dañado tantas honras personales,  tantos patrimonios y tantas empresas familiares, producto del trabajo y capitalización de muchos años.
Cómo podrán conciliar el sueño, aquellos que destruyeron una alternativa parlamentaria opositora, que habría sido el contrapeso lógico y deseable para el sano funcionamiento que toda democracia política demanda.
El Movimiento Libertario ha sido un grupo político que ha sabido honrar sus compromisos adquiridos con otras fuerzas, aunque la reciprocidad haya sido la gran ausente para con nosotros.
Pero el tiempo ya nos hace justicia. El mejor cicatrizante para el alma y para el cuerpo, siempre han sido la conciencia y el análisis retrospectivo y sereno de los hechos.
El veredicto de la historia siempre ha favorecido a los estoicos, a los valientes, a los que han logrado desafiar la rutina de una política trivial y frívola.
El control del Directorio Legislativo, no amerita tanto daño ni tanta afrenta contra el decoro ni las aficiones personales; destruir el corazón, la mente  o el alma de un ser humano, no vale una Presidencia de este Parlamento, ni la misma Presidencia de la República.
Los vetos coyunturales hacia las personas, lo único que conllevan en el mediano plazo, son el olvido y la marginación política de quienes lo utilizan.
Se ha cerrado una de las páginas, sino la más negra de ellas, que un partido político haya sobrellevado, en el fluctuante devenir de la historia electoral costarricense.
Nos aprestamos entonces, a continuar nuestro proyecto político, erguidos como siempre y con la mirada hacia el frente. Los ciudadanos han comprendido la patraña. El Movimiento Libertario se prepara para su próxima consulta electoral, aún con los tobillos hinchados, pero siempre subiendo gradas, en crecimiento permanente cada cuatro años; ése es nuestro derrotero, uno mismo concibe su destino y uno mismo lo torna en realidad.
Hemos adecuado nuestros estatutos a los cambios del momento, vamos a renovar estructuras en las próximas asambleas cantonales de enero y febrero 2013; invitamos a todos los costarricenses que anhelan un golpe de timón, en el oxidado engranaje político vigente, para que se incorporen y nos acompañen en este nuevo proceso.