El pasado lunes
tituló el periódico digital CrHoy, “Ministro de Trabajo acepta preocupación por
despidos masivos”, y señaló dicha nota que, doscientas cuarenta personas
perdieron su empleo recientemente porque algunas empresas han decidido realizar
cambios en busca de eficiencia operativa. Admite el Señor Ministro Olman
Segura, que será muy difícil insertar nuevamente a estos trabajadores al
mercado laboral, y refiere que el país debería concentrarse en brindar mayor
estabilidad al sector privado.
Una de las
razones que consideró como detonantes de esta difícil situación, fueron las recientes
elecciones, e indicó literalmente que: “El período de elecciones desde luego
que también afecta la incertidumbre, de quienes de los 13 candidatos procuraron
que mucha gente se decidiera a no invertir y esperar el resultado. Tenemos dos
candidatos y eso genera alguna expectativa” terminó diciendo. Estas
declaraciones las realizó días atrás, sin saber que poco después el panorama
cambiaría tan drásticamente.
Como legisladora,
me preocupa la respuesta que tengamos en los próximos días en materia de inversión,
indistintamente si las nuevas noticias electorales sean buenas o malas. Lo que interesa ahora es la nueva coyuntura;
¿vendrá más inversión o se alejará? Esto es preocupante, pues como
libertaria, creo firmemente que el tema de empleo es particularmente delicado;
por una parte compromete la subsistencia de muchas familias, y por otra afecta
directamente el desarrollo económico del país
El Partido
Movimiento Libertario ofreció en tiempos de campaña, alternativas viables y
prácticas para crear fuentes de empleo, sin embargo, el electorado quizá no
alcanzó a dimensionar la relevancia de este tema, y fijó su voto en consideraciones
de otra índole.
Las soluciones
fueron expuestas y se referían principalmente a la reducción del gasto estatal,
la eliminación del impuesto selectivo de consumo, la desgravación arancelaria,
la apertura del mercado de los combustibles y del mercado de la generación
eléctrica. Estas medidas conllevan un aumento de la competitividad y la
atracción de capital, y creación de más empleos.
Se debe aceptar
con responsabilidad, que el país no está generando suficientes puestos de
trabajo para las necesidades existentes, y además, la deficiente formación
educativa tiene una gran factura en las personas que desean acceder a nuevos empleos,
sobre todo los ofrecidos por transnacionales. Falta de requisitos, como el
dominio de una segunda y tercera lengua, son algunas de las deficiencias que
muchos ciudadanos desempleados presentan.
Ahora, debemos
agregar a esto el factor político que mencioné anteriormente. Tenemos que
aceptar que el Estado no es una bolsa de empleo, sino que debe contratar
únicamente al personal que requiere para sus funciones limitadas. Es necesario
entonces entender que, la inversión extranjera en sector privado es necesaria
para que muchos hogares subsistan.
La creciente
inestabilidad del tipo de cambio en las últimas 5 semanas, no es la mejor señal
que pueda darse a emprendedores nacionales, pues le sube a diario el costo de
sus insumos, ni al capital extranjero que demanda reglas claras de la
convertibilidad monetaria.
Debemos mostrar ante
el mundo un ambiente de estabilidad económica, y sobre todo política, para que,
no sólo se atraiga inversión, sino que la actualmente existente en nuestro país,
no huya, dejando sin empleo a tantos ciudadanos. Es necesario que meditemos y
analicemos las consecuencias que los últimos eventos electorales y financieros
en nuestro país, han creado alrededor del aparato productivo nacional.
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