Este es un país que en los años recientes viene caminando solo, al soplo de la inercia de los grandes cambios económicos y sociales que se imprimieron en los años sesentas y setentas.
Sin embargo, durante varios lustros hemos sufrido una política de minidevaluaciones monetarias que llevaron el colón casi a 600 por un dólar, de una manera artificial, hecho que a su vez condujo a inflaciones anuales cercanas al 14 por ciento. Estas medidas crearon el gran enriquecimiento de un grupo económico poderoso, y el estancamiento de los índices generales de pobreza en el país.
Una sola medida, cual fue fijar un sistema de bandas cambiarias, también artificioso, pero mejor que el anterior, ha logrado demostrar que el colón no se despega de la banda inferior (500 colones por un dólar) desde hace 3 años, a pesar de que el Banco Central no ha permitido, llegar a la flotación limpia del tipo de cambio, porque probablemente nos llevaríamos la sorpresa de tener un colón cercano a los 425 por dólar.
Nos habló la Sra. Presidenta de una estabilidad macro económica relativa, y de un crecimiento económico cercano al 4% del Producto Interno Bruto, pero se ha demostrado que, con solo dejar el valor de la moneda buscar su precio de mercado, la inflación se ha reducido al 5% anual, a pesar del continuo aumento de los servicios básicos y del transporte. Decir aquí que la reducción inflacionaria es patrimonio de un control real y efectivo de los precios, es una manera simplista de presentar la realidad económica nacional.
Se habló también de un crecimiento sostenido de las exportaciones, sin embargo, no se reconoce, que dicho crecimiento, se ha sustentado en el aumento permanente de las exportaciones de las empresas del régimen de zonas francas, régimen que erróneamente se quiso gravar, en el ya enterrado y tristemente célebre PACQUETAZO de impuestos. De no haber sido la actitud valiente de los diputados del Movimiento Libertario, de la Unidad Social Cristiana y del Frente Amplio, otro hubiera sido el enfoque de la seudo-conciliación política que pretendió esbozar la Sra. Presidenta, en su informe del primero de mayo.
Debo decir que me ha gustado mucho haber escuchado hoy, al nuevo Ministro de Hacienda, don Edgar Ayales, en Telenoticias, con doña Pilar Cisneros, enfatizar de manera llana y transparente, que lo primero que debe hacer el gobierno, es NO ASUSTAR más a los sectores productivos ni a los ciudadanos, y crear un clima tranquilo para que la economía vuelva a despegar, sin sobresaltos ni mayores ocurrencias.
Esta sola confesión, nos revela que el déficit fiscal es un instrumento de política económica, que es manejable, y que debe ser abordado a corto plazo, con un control del gasto corriente y del gasto superfluo, y con medidas administrativas y judiciales, tendientes a fiscalizar la evasión en la facturación del impuesto de ventas, y el cobro adecuado y proporcional en el impuesto de la renta.
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