jueves, 15 de marzo de 2012

Discurso final ante el plenario de la Asamblea Legislativa sobre el PACQUETAZO fiscal

Comparto con ustedes el texto de mi discurso pronunciado el martes 13 de marzo. Un día antes de la votación de tan vergonzoso paquete de impuestos, que está muy lejos de ser lo progresivo que afirman sus defensores;
"Sr, Presidente, compañeras y compañeros diputados:
Hemos venido argumentando a lo largo de 6 meses, que el proyecto llamado “Ley de Solidaridad Tributaria” es un complicado paquete de impuestos que, de ser aprobado, aumentará también, entre otros, el costo de la vivienda, lo cual afectará a las personas con menos recursos, que tienen como sueño tener vivienda propia.
El proyecto establece un impuesto del 14% para todas las transacciones que se realicen, lo que incluye al sector servicios y la construcción.
Con esta iniciativa los materiales para construir pagarán un impuesto del 2% en su primer año, y llegarán al 14% en 3 años más. Los servicios de diseño y supervisión profesional de la obra, también pagarán otro 14%, y si la vivienda tiene un costo mayor a 160 salarios base (51 millones de colones al día de hoy), pagará un 3% de impuesto de traspaso de bienes inmuebles, esto es, 1 millón y medio de colones solo por este concepto, al tramitarla en el registro de la propiedad.

Para citar un ejemplo, una vivienda que hoy cuesta aproximadamente 51 millones de colones costará, (construcción y traspaso) más de 55 millones, es decir, tendrá un aumento de 4 millones de colones. Esta diferencia para una persona adinerada, puede significar poco, pero para la gran mayoría de la población, puede hacer la diferencia para ser descalificada en un crédito, o verse obligada a tener que habitar una vivienda sin terminar o sin acabados finales.
En los últimos tres años la cantidad de metros cuadrados construidos ha decrecido, como sobradamente lo muestran los indicadores económicos aparecidos en diversos medios. En consecuencia, con la aprobación del plan fiscal, se construirán menos viviendas y locales, habrá menos posibilidad de emplear mano de obra, tanto fuerza de tarea, como del componente de  ingeniería, arquitectura y diseño de planos eléctricos. Asimismo, las empresas dedicadas a estudios de factibilidad de proyectos inmobiliarios, los desarrolladores de complejos urbanísticos, y aquellas dedicadas  al mercado de los bienes raíces, verían también disminuida su actividad.
El sector construcción  será una más de las actividades económicas golpeadas por esta iniciativa del Poder Ejecutivo.
Con suma claridad el diario La República, en su portada del lunes 13 de febrero resaltó: “Malos tiempos: pronóstico económico”
El jueves pasado, la tasa básica pasiva alcanzó el 9.25%. Esta tasa es la que utilizan los bancos, para fijar los montos que cobrarían a sus clientes.
En comparación, la tasa básica era de tan solo el 7,5% hace un año.
El resultado hoy, es que más de 200 mil costarricenses, que tienen deudas en colones con tasas variables, enfrentan la necesidad de pagar una mayor parte de sus ingresos a los bancos y otros prestamistas.
En un caso típico, una persona con una hipoteca de este tipo, de ¢25 millones a diez años plazo, en el 2012 llegaría a pagar un monto anual de ¢290 mil colones más que el año anterior.
El incremento en los costos financieros significa que estas personas tendrán menos dinero para gastar en otras cosas. Habrá un evidente recorte del efectivo circulante, y si a ello agregamos la aplicación de nuevos y mayores impuestos, el crecimiento económico se verá muy afectado.
También  se asoma el riesgo que las tasas de préstamos en dólares puedan aumentar, y el dólar pueda subir como lo ha venido haciendo, así que costará más en colones pagar los préstamos dolarizados. No logro entender todavía el por qué empecinarse en votar un proyecto tan regresivo e  impopular.
A este cúmulo de ocurrencias impositivas, que rechazó de plano, sin el menor análisis, más 3000 mociones en comisión, e igual número en este plenario, presentadas por  diversas fuerzas políticas, tendientes a racionalizar, eliminar, o al menos atenuar, tanta agresión económica a los ciudadanos, no fue posible introducirle nada que no viniera del pacto de Liberación Nacional y 7 diputados de Acción Ciudadana.
Guarden bien en la memoria todos los costarricenses, cuáles son las fuerzas políticas que hoy se han conjurado en contra del pueblo, en contra de empresarios, en contra del régimen de zonas francas, en contra de la salud y la educación privadas, en contra del turismo urbano y rural, en contra de los productores de la industria alimentaria, en contra de los productores del agro nacional, en contra de transportistas, en contra de todas las intermediaciones y operaciones financieras, en resumen, en contra de toda la actividad económica del país.
Entiendo muy bien lo que es el mundo de la política. Entiendo muy bien el mundo de las negociaciones, de la defensa de proyectos, de hacer caso a los mandatos de Zapote y de Pérez Zeledón.

Pero nos sentimos mal, sabemos que ante la patria y ante la ciudadanía dimos una lucha persistente pero infructuosa. Nunca se debió aprobar este Pacquetazo. El descontento que hay en el pueblo de Costa Rica está demostrado a ultranza. Sin embargo, sé que hay un convenio, un pacto, y entiendo que  los pactos se cumplen.

Todos sabemos que va a empobrecer más a la clase media, y van a empobrecer mucho más al 21% de pobres que hay en el país.

Los libertarios, amigos y amigas, hemos sostenido que una verdadera reforma tributaria debe basarse en un impuesto sobre la renta bajo, no mayor de un 10%, de amplia cobertura y cobro fácil, y no en un impuesto creciente que se llevaría a las arcas del gobierno, una tercera parte de las ganancias de los que producen la riqueza nacional.
A todos nosotros, los asalariados y asalariadas,
nos cobran impuestos al salario disfrazado de impuesto de la renta, como si un salario de sobrevivencia, como es el de la gran mayoría de los costarricenses puede recibir el calificativo de renta en el estricto sentido de la palabra.
En resumen, se nos grava el trabajo, se nos grava el capital, se nos grava el consumo, se nos grava la tierra, y se nos grava el recurso humano, llámese persona física o persona jurídica.
El veredicto de la historia será implacable, porque el pueblo no va a olvidar este grave daño que se le está infringiendo al desarrollo nacional.
Prácticamente no quedó actividad del quehacer económico que no fue gravada con este paquete tributario, cuyo proceso de aprobación se ha  llevado el premio mayor en desaciertos y errores de trámite, y el mayor número de serias inconsistencias también por el fondo.
Seis meses perdidos en la aprobación de un proyecto, que no tiene la menor probabilidad de llegar a convertirse en ley de la república, aunque lo aprueben en primer debate, y que solo una lucha de EGOS HIPERTROFIADOS, y la OBSTINADA  tozudez de sus creadores, lo ha llevado hasta un funeral de primera clase como el que se le dará la tarde de hoy.
Hay triunfos que son derrotas, y hay derrotas que son victorias.
Gracias a todos por su atención".

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