jueves, 10 de abril de 2014

PARLAMENTARISMO - DISCURSO



Sr. Presidente, compañeros y compañeras diputadas:

Quiero saludar a don Luis Guillermo Solís como nuestro próximo Presidente. Le deseo sólo éxitos en su gestión y que Dios alumbre su camino junto a todo su gabinete. Cada día toma fuerza la idea que nuestro sistema político requiere una profunda transformación, y no es precisamente con reformas parciales a la Constitución, lentas y tediosas, como podemos modernizar el Estado Costarricense.

La experiencia de las agotadoras segundas rondas electorales, con el desgaste de los cuadros dirigentes de las fuerzas en contienda, el gasto millonario de los recursos, tanto públicos como privados, que dichas consultas electorales conllevan, y cuyos resultados son casi previsibles desde la misma primera ronda,  deben movernos a esa profunda revisión.

Las democracias parlamentarias, especialmente en Europa, han demostrado que los sistemas donde el poder ejecutivo emana del parlamento mismo, son mucho más representativos, y cargan un menor costo electoral, al dirimirse el nombramiento de Primer Ministro en las negociaciones internas del partido político con mayor número de representantes populares.

Cuando ninguna fuerza política obtiene la mayoría de escaños, la negociación entre las diferentes minorías logra formar gobiernos de coalición.

El Jefe de gobierno, y los líderes opositores, todos son diputados, y esa obligatoriedad de interactuar en el mismo parlamento mejora la gobernabilidad del partido en el poder.

Otro aspecto positivo a considerar, es el poder que los representantes, entiéndase los diputados tendrían, con un mayor control político por medio del voto de censura con dos tercios del parlamento, para la destitución de un ministro que no realizare sus funciones adecuadamente.

Una reforma de esta magnitud, debe ir acompañada de un cambio en el sistema y representatividad territorial, en la designación de los miembros del parlamento. Aquí entrarían en juego las circunscripciones electorales con afinidad geopolítica,  de forma tal que el país se distribuiría en múltiples territorios en disputa.

La  legitimidad del jefe de gobierno, se ve reforzada al ser designado a su vez, por otros diputados  electos en forma directa, por determinados distritos electorales y no a través de listas afines a las cúpulas partidarias, como generalmente ocurre en la actualidad.

Un hecho real  que ejemplifica con claridad la vinculación del gobernante con su comunidad, es la conocida historia de la ex primera ministra Margaret Thatcher, que cada 4 años debía consultarse en su distrito  de FINCHLEY, en las afueras de Londres, y al cual dedicaba visitas semanales los martes  para atención de los diversos problemas comunitarios. Ella tenía claro que si perdía la reelección en su distrito, perdía también la posibilidad de reelegirse como primera ministra del Reino Unido.

He querido hacer estas reflexiones para dejar en actas, inquietudes que hace mucho tiempo se vienen debatiendo, pero que ningún partido político, ni en solitario ni de forma conjunta, hemos querido promover formalmente, ni al exterior ni al interior del parlamento mismo.

Gracias a todos por su atención.

No hay comentarios:

Publicar un comentario