De nuevo el paquete de impuestos envuelve las noticias del acontecer nacional.
Dos partidos políticos se han puesto de acuerdo para gravar la salud, la educación, el traspaso de bienes, aumentar el impuesto de ventas al 14%, gravar las zonas francas, y casi todas las actividades del quehacer económico.
Si ese acuerdo logra los 38 votos requeridos para un trámite rápido, es poco lo que nuestra fracción del Movimiento Libertario, puede realizar para detener ese asalto al bolsillo de los costarricenses.
Dos tercios de esta Asamblea Legislativa, el 66% de los diputados, avalan la creación de nuevas cargas tributarias, sin haber establecido primero una reforma integral, que sancione el despilfarro de los fondos en el sector público , ni limite el endeudamiento acelerado, ni simplifique el sistema de recaudación de los impuestos existentes.
Queremos dejar muy claro, los diputados y diputadas del Movimiento Libertario, que de concretarse el acuerdo ANUNCIADO, en asocio de dos o tres votos de los minoritarios, el paciente que apenas respira, podría fallecer.
La economía nacional, que asoma tasas de crecimiento bajas, con estancamiento de la reducción de la pobreza, y un desempleo que no disminuye, podría ver seriamente agravada su actividad productiva.
Ningún impuesto acelera el crecimiento; todos producen contracción de la economía y reducción del dinero circulante.
El electorado le otorgó, al Movimiento Libertario, 9 diputados de 57. Quisiéramos haber sido un mayor número, para impedir la concreción del grupo de 38 parlamentarios, dispuestos a tramitar con celeridad la carga impositiva, pero las matemáticas no engañan, y el pueblo dio su veredicto en febrero del 2010.
Hemos dado la lucha hasta donde la aritmética lo permite, pero respetamos las decisiones mayoritarias calificadas. Es muy difícil toda oposición exitosa, dentro del ámbito que el reglamento legislativo establece.
Todo movimiento político es responsable de su proceder ante la ciudadanía. Cada diputado es responsable de su propia decisión, toda conciencia y todo intelecto debe apechugar su libre escogencia, y ante el juicio de la historia, cada uno de nosotros, en la soledad de su yo interior, tendrá que rendir cuentas de su propia actuación.
Cada pueblo es el arquitecto de su propio destino, dicen algunos estudiosos del comportamiento social, pero como solo conociendo el pasado, es que podemos evitar su repetición, estoy convencida, queridos compatriotas, ¡¡¡ que algún día será de día para todos los costarricenses !!!.
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