miércoles, 19 de enero de 2011

Ante los nuevos impuestos del poder ejecutivo

El inicio del presente año 2011 en el seno del Primer Poder, nos augura la presencia de temas cuyas discusiones ya no serán tan fáciles de consensuar, y cuyos manejos deberán ser realizados con enorme cautela, gran capacidad de diálogo y fina negociación por parte del Ejecutivo y de la Bancada Oficialista. 

Los indicadores económicos de la década que recién finalizó, revelan un evidente freno en varios ámbitos del desempeño nacional. Nuestro vecino del Sur, Panamá, ha sorprendido al área centroamericana con tasas de crecimiento anual que rondan entre el 6 y 8% del PIB, gran desarrollo de infraestructura en carreteras, puertos y edificaciones residenciales y comerciales, así como en materia  de facilitación de trámites y desregulación de todo tipo.

Hemos crecido muy poco en atracción de inversión extranjera, y nos hemos estancado en exportaciones de bienes y servicios en relación con otros países de la región; hemos obtenido la mayor tasa de inflación de la década en el área, y algunos indicadores como el combate a la pobreza que no baja del 20% y el desempleo que tampoco desciende del 7%, nos prenden una luz roja señalando que algo no se viene haciendo bien en las últimas administraciones.

La ceguera electoral de la gran mayoría  de mis conciudadanos, es un factor grave que padece nuestra democracia, muy desinformada por los medios de la prensa escrita, la televisión y la radio, ASÍ COMO POR EL PODER ECONÓMICO, CADA VEZ MÁS CERCANO AL DEL PODER POLITICO.
EINSTEIN DECÍA que, :
“ LOCURA ES HACER SIEMPRE LO MISMO Y ESPERAR RESULTADOS DIFERENTES”, y eso, desdichadamente, es lo que viene haciendo un electorado manipulado y domesticado por DÁDIVAS, PREBENDAS, Y FALLIDOS OFRECIMIENTOS ELECTOREROS.  
Desde esta curul, quiero de nuevo hacer un llamado a todos y todas las costarricenses para que abramos los ojos, ALGÚN DÍA SERA DE DÍA, COSTARRICENSES, para tomar las decisiones correctas que le den un giro de 180 grados a la POLITICA NACIONAL.
Nuestro subdesarrollo no es casualidad, es falta de creatividad que proviene de errores conceptuales en la dinámica del estado en cuanto a equidad y justicia tributaria .

Nos han anunciado nuevos y fuertes tributos, que vendrán a disminuir los ingresos de todos, de nuestra misma capacidad de ahorro, a estimular el crecimiento de la economía informal, y a desarrollar el ingenio y las triquiñuelas de los evasores o expertos en el fraude tributario.
De sobra es conocido, que la creación o aumento en los tributos, produce de inmediato una drática reducción del consumo, una contracción de las ventas y un temor a las transacciones de bienes y servicios. En resumen, una contracción de la actividad económica.

De hecho, nunca se han cumplido las expectativas de recaudación que se plantean en la teoría fiscal , así lo hemos visto a lo largo de la historia, y de manera reciente en el impuesto a las casas de lujo para la erradicación de tugurios.

Mientras no observemos claras acciones de contención y racionalización del gasto, y un cobro eficiente de las ya existentes, no estimo conveniente aprobar más cargas impositivas recesivas para  la débil economía nacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario